Big Five Personality Traits of Cybercrime Victims
(Cincos Grandes Rasgos de la Personalidad de las Víctimas del Cibercrimen)
Autores: Steve
G.A van de Weijer, E. Rutger Leukfeldt.
RESUMEN DEL ARTÍCULO
<< La
prevalencia de la ciberdelincuencia ha aumentado rápidamente en las últimas
décadas y se ha convertido en parte de la vida cotidiana de los ciudadanos. Por
lo tanto, es de gran importancia obtener más conocimiento sobre los factores
relacionados con una mayor o menor probabilidad de convertirse en una víctima
de ciberdelincuencia. El estudio actual se suma al cuerpo de conocimiento
existente utilizando una gran muestra representativa de individuos holandeses
(N = 3.648) para estudiar la relación entre la victimización de la
ciberdelincuencia y los rasgos clave del modelo de personalidad de los Cinco
Grandes (es decir, extraversión, amabilidad, conciencia, estabilidad emocional
y apertura a la experiencia). En primer lugar, se utilizaron análisis de regresión
logística multinómica para examinar las asociaciones entre los rasgos de
personalidad y tres grupos de víctimas, es decir, las víctimas de
ciberdelincuencia frente a los novictimes, las víctimas de delitos
tradicionales frente a los novictimes y las víctimas de delitos cibernéticos
frente a las víctimas de delitos tradicionales. A continuación, se realizaron
análisis logísticos de regresión para predecir la victimización de delitos
ciberdependientes (es decir, piratería informática e infección por virus) y
delitos cibernéticos (es decir, intimidación en línea, fraude al consumidor en
línea y robo de cuentas bancarias). Los análisis muestran que los rasgos de
personalidad no están específicamente asociados con la victimización de la
ciberdelincuencia, sino con la victimización en general. Sólo aquellos con
puntuaciones más altas en estabilidad emocional eran menos propensos a
convertirse en víctimas de la ciberdelincuencia que los delitos tradicionales.
Además, los resultados indican que hay pocas diferencias entre los rasgos de
personalidad relacionados con la victimización de delitos cibernéticos y
ciberdependientes. Sólo las personas con puntuaciones más altas en apertura a
la experiencia tienen mayores probabilidades de convertirse en víctimas de delitos
cibernéticos. >>
Relacionamos este artículo con el TEMA 3, expuesto también en este blog, el
cual nos explica el transfondo de la ciberdelincuencia.
Comenzamos aportando las ideas principales que nos aporta el artículo. Para
dar pie a nuestra recensión debemos aclarar que la ciberdelincuencia va en
aumento conforme pasan los años. Vivimos en la era tecnológica, donde
prácticamente todas las personas acostumbramos a hacer uso de los teléfonos,
ordenadores, tablets y cualquier aparato tecnológico para facilitarnos la vida.
Con ello, la más reciente aparición de la COVID-19 aumenta su amenaza por la
proliferación de productos de innovación digital que permiten a los ciudadanos
poder trabajar en casa. La vida cotidiana se traslada a Internet utilizando plataformas
como Skype, Zoom, Microsoft Teams para que estudiantes y empleados pudieran
trabajar y estudiar a distancia, incluso proponer nuevas iniciativas de
aprendizaje. Asimismo desembocó comportamientos en línea, es decir, los
denominados en Criminología ambiental delincuentes en los no-lugares,
termino fundado por Marc Augé que describe como sitios de transitoriedad no
suficientes para considerarse lugares como tal, como pueden ser una carretera,
un supermercado y, en este caso, las redes sociales y nuevos métodos de
comunicación facilitados por las nuevas tecnologías, ya sea Instagram,
Facebook, Twitter…
Como podemos comprobar a lo largo del artículo, se alega un peligro real y
muy presente en nuestro dia a dia gracias a las estadísticas y estudios que se
plasman en el Articulo “Big Five Personality Traits of Cybercrime Victims” ,
alertando de que, en un futuro no muy lejano, va a acabar siendo un problema
mayor.
Al no saber realmente cuales son las cualidades, motivos o perfiles de las
personas que cometen estos actos delictivos es por ello que es de gran
importancia adquirir más conocimientos sobre los factores relacionados con una
probabilidad aumentada o disminuida de convertirse en víctima de un
ciberdelito, para poder mejorar la situación de ciberdelincuencia. Asimismo, se
hace un estudio intrusivo sobre los rasgos claves del modelo de las cinco
personalidades grandes:
- Extraversión.
- Amabilidad.
- Escrupulosidad.
- Estabilidad emocional.
- Apertura a la experiencia
criminal.
En cuanto a las cuestiones que este artículo no resuelve, los estudios
mencionados en el artículo son estudios de 2010 y 2012, y sería una cuestión
importante que se realicen más estudios actuales ya que con el paso del tiempo
la tecnología y los ataques cibernéticos avanzan y por tanto la forma de actuar
no es la misma, como tampoco lo será la forma de prevención.
Para continuar con las cuestiones sin resolver podemos mencionar la
característica de que los hombres y las personas jóvenes según las encuestas
realizadas son más propensas a ser víctimas de ciberataque que las mujeres y
las personas mayores, para esto a priori no podemos tener una respuesta
concreta ya que no se sabe por qué se da esta situación pero podría ser un tema
de estudio a la hora de poder prevenir futuros delitos.
Otro punto a estudiar es la relación directa que tienen aspectos de la
personalidad con la victimización ya que las personas de características como
son la poca estabilidad emocional son más propensas a ser víctimas de delitos
tradicionales y ciberdelitos. Sería importante estudiar este aspecto ya que
podría ser una medida preventiva, saber analizar aspectos personales para poder
prevenir futuros delitos.
No hay que olvidar que este estudio se realizó en su mayoría con individuos
de origen Holandés y ampliar este tipo de investigaciones a nivel mundial sería
muy interesante ya que las estadísticas seguramente varíen de un lugar a otro y
se puedan hacer comparaciones e incluso las zonas en las que menor delincuencia
de este tipo se cometa podría servir de ejemplo para aquellas donde el nivel de
incidencias sea superior.
Para terminar la cuestión más importante seguramente sea ¿cómo se pueden
evitar estos delitos? Para resolver esta respuesta se tendrían que hacer muchos
más estudios tanto a las víctimas como a los delincuentes para poder buscar
alguna relación y crear así un sistema de prevención y acabar con este tipo de
delitos.
Como cuestiones relevantes de este
artículo creemos que es imprescindible nombrar en primer lugar el espectacular
incremento de casos de cibercrimen, hasta tal punto de que, algo que era hace
unos años muy raro que se diese como eran los ciberdelitos, se ha colado en
nuestras vidas literalmente, es decir, actualmente estamos constantemente en
riesgo al usar aparatos electrónicos ya que existen verdaderos genios
informáticos que exprimen sus conocimientos sobre la tecnología para
intentar cometer actividades ilegales e intentar aprovecharse de las personas
más vulnerables.
Si a todo esto se le suma, la actual
situación sanitaria a causa del COVID-19, se ha modificado por completo el
mecanismo de trabajo de la población de todo el mundo y ha producido que
tengamos que recurrir a estos medios electrónicos para seguir de alguna forma
con nuestras formas de vida, y es que no hace falta irse muy lejos para dar con
la tecla que alimenta este gran aumento de este tipos de delitos: el
teletrabajo. Creemos que el teletrabajo es el factor principal por el que la
ciberdelincuencia se ha disparado, porque los hackers y los ciberdelincuentes
tienen constantemente oportunidades para cometer estos delitos, por lo que
realmente es muy difícil no ser víctima como mínimo de algún intento de ataque
por internet.
Además, existen estudios que muestran este
gran aumento de la ciberdelincuencia , ya que mostró que casi 3 millones de
personas sufrieron algún incidente de piratería en un año, y no solo eso, sino
que lo que se prevé es que siga en aumento, por lo que es fundamental intentar
adquirir conocimientos en la medida de lo posible para poder prever y
anticiparnos a los ciberdelincuentes.
Hilado a esto, la segunda cuestión que es
relevante es acerca de la teoría del autocontrol de Hirschi, con la cual
estamos totalmente de acuerdo. Las personas con un bajo control de impulso van
a ser las más vulnerables a este tipo de delito por razones obvias, ya que son
las que normalmente menos se paran a pensar en las posibles consecuencias de
hacer según qué actos en la red y son las víctimas perfectas para estos
ciberdelincuentes y son las que más probabilidades que tienen de caer en estas
trampas en internet. Además, se ha demostrado que el autocontrol es un
importante predictor del riesgo para una mayor victimización.
Respecto a las implicaciones para el desarrollo teórico y aplicaciones para
el futuro que podemos concluir, este artículo nos viene bien para
principalmente poder desarrollar teorías sobre los ciberdelitos y sobretodo,
conocer más allá de las simples infracciones e indagar en la personalidad de
las personas que las sufren.
Para empezar, vemos las personalidades con las que se relacionan no sólo
los ciberdelitos, sino también los llamados delitos tradicionales, como puede
ser un robo o una agresión; estas personalidades se basan en el autocontrol de
la persona, su estabilidad emocional, su abertura a las nuevas experiencias...
etc. Estos rasgos pueden determinar si una persona sufre más o menos riesgo de
ser víctima de un delito u otro, sin embargo, sólo nos dan unas pequeñas
indicaciones dentro de lo que son los delitos en sí, poniendo de ejemplo la
abertura a nuevas experiencias que tenga el sujeto, abertura la cual sólo nos
indica que son más propensos a caer en pirateos o infección por virus, ya que,
al ser alguien que prueba nuevas cosas sin miedo, no le importa descargar
cualquier archivo para explorar, como indica la propia personalidad,
experiencia; este ejemplo lo enmarcamos en el rango de los ciberdelitos, donde,
como repetimos, no hay evidencias de que la personalidad distinga una víctima
de delito tradicional y una víctima de ciberdelito, pero sí pueden distinguirse
distintas personalidades dentro del grupo de delitos ya sean tradicionales o en
el ámbito cibernético. Con esto que hemos explicamos, advertimos que
teóricamente no se pueden dar teorías específicas de qué diferencia a una
víctima de un delito tradicional y un ciberdelito, pero, sin embargo, podemos
concluir teorías en las que se explican los factores que predisponen a
distintas víctimas en los distintos tipos de delito que puede haber dentro de
un grupo concreto de delitos (siendo que en el ejemplo que hemos puesto antes
el tipo de delito sería el pirateo y el grupo concreto de delito sería el
ciberdelito en sí).
En cuanto a las aplicaciones futuras, este artículo sin duda aporta grandes
estadísticas en las que se podrán basar investigaciones de cara al mañana; nos
indica grandes rasgos de la personalidad de las víctimas en algunos tipos de
delito, lo que puede ser beneficioso a la hora de determinar una víctima
potencial, por ejemplo, volvemos a poner el caso anterior, cuando veamos a una
persona abierta a la experiencia, pensaremos que podría ser en un futuro una
víctima de un tipo de delito informático, concretamente el pirateo o la
infección por virus.
Concluimos este apartado recalcando el hecho de que, en esta investigación,
como hemos explicado anteriormente, damos mucha importancia al hecho de que no
se distinguen las víctimas de delitos tradicionales y delitos informáticos,
sino que es posible distinguir víctimas dentro de esos propios delitos, donde
hay “subdelitos”, es por esto que las aplicaciones futuras por este artículo de
momento sólo valdrán para determinar víctimas concretas en delitos concretos,
no para grupos generales de delitos; eso es algo que habrá que seguir
investigando.
A continuación, procedemos a realizar una reflexión de cómo se ha llevado a
cabo esta reflexión y, posteriormente, expondremos una pequeña reflexión grupal
sobre el artículo en sí. En primer lugar, hemos hecho una lectura comprendiendo
y entendiendo el artículo referido a el ciberdelito y los delitos cibernéticos.
Una vez comprendido y leído esto, hemos empezado a desarrollar las ideas
principales, es decir, hemos sacado lo más importante del artículo mediante el
entendimiento del crimen, alguna teoría como la de Hirschi y conceptos como el
autocontrol o relacionar los delitos en línea con los no-lugares. Después hemos
continuado con las cuestiones no resueltas, que aunque no haya muchas, es
importante enumerarlas y explicarlas aunque no sea extensivamente.
Las implicaciones para el desarrollo teórico y aplicaciones para el futuro,
es una cuestión que nos ha gustado abordar, ya que personalmente a nosotros nos
gusta relacionar las teorías sobre los delitos y las personalidades que los
llevan a cabo o son víctimas de ellos. Sobre todo, las predisposiciones de si
una persona puede llegar a sufrir un delito o no por los factores que incluya a
cada uno en un grupo u otro.
La reflexión final de lo que aporta el artículo, es una breve reflexión de
lo que pensamos que nos aporta a nosotros como estudiantes de criminología y a
la rama de esta ciencia en sí.
Por último, lo que más trabajo ha llevado han sido sacar todas y cada una
de las ideas principales y desarrollarlas. También, las cuestiones más
relevantes del artículo, pero, con las implicaciones y la reflexión hemos
sacado a relucir nuestras dotes y pensamientos como futuros
criminólogos.
Por último, redactamos una reflexión sobre lo que nos ha aportado este
artículo como criminólogos: este artículo es un buen ejemplo de lo que nos
podemos encontrar en un futuro. Las tecnologías están siendo incluidas cada vez
más en nuestro día a día y las incluimos en nuestro modo de vida. Cada vez
encontramos más formas de movernos por las redes y de actuaciones en ella; pero
debemos tener cuidado a la vez que disfrutamos.
Por esto mismo, al igual que podemos ser víctimas de un delito tradicional
podemos serlo de un ciberdelito.Internet es un espacio donde el anonimato es un
arma esencial para fines éticos pero también para aquellos no tan lícitos.
La asignatura de Criminología Ambiental nos puede ser muy útil para
entender los entornos que pueden influir en la comisión de un delito o la forma
de actuar del delincuente; pero también para saber adelantarnos y prevenir el
delito (ciberdelito en este caso).
Junto a otras materias propias de la profesión, podemos obtener información
de delitos tradicionales y de los ciberdelitos que ya conocemos para
prevenirlos y crear una nueva seguridad en el mundo tecnológico.
BIBLIOGRAFÍA
"Van de Weijer, S. G., & Leukfeldt, E. R. (2017).
Big five personality traits of cybercrime victims. Cyberpsychology,
Behavior, and Social Networking, 20(7), 407-412."
“Statistic Netherlands.
(2016) Veiligheidsmonitor 2015. Den Haag: Centraal Bureau voor de Statistiek.”
“ONS. (2016) Crime in
England and Wales: Year Ending December 2015. London: ONS.”
“Leukfeldt ER, Yar M.
Applying routine activity theory to cybercrime: a theoretical and empirical
analysis. Deviant Behavior 2016; 37:263–280.”
“Jansen J, Leukfeldt
ER. Phishing and malware attacks on online banking customers in the
Netherlands: a qualitative analysis of factors leading to victimization.
International Journal of Cyber Criminology 2016; 10:79–91”
“Leukfeldt ER. Phishing
for suitable targets in the Netherlands. Routine activity theory and phishing
victimization. Cyberpsychology Behavior and Social Networking 2014;
17:551–555.”
“van Wilsem JA. Worlds
Tied Together? Online and nondomestic routine activities and their impact on
digital and traditional threat victimization. European Journal of Criminology
2011; 8:115–127.”
“van Wilsem JA.
‘‘Bought It, but Never Got It.’’ Assessing risk factors for online consumer
raud victimization. European Sociologic Review 2011; 29:168–178.”
“Marcum CD, Higgins GE,
Ricketts ML. Potential factors of online victimization of youth: an examination
of adolescent online behaviors utilizing routine activity theory. Deviant
Behavior 2010; 31:381–410.”
“Holt TJ, Bossler AM.
Examining the applicability of lifestyle-routine activities theory for
cybercrime victimization. Deviant Behavior 2009; 30:1–25”
“Bossler AM, Holt TJ.
On-line activities, guardianship, and malware infection: an examination of
routine activities theory. International Journal of Cyber Criminology 2009;
3:400–420.”
“Ngo FT, Paternoster R.
cybercrime victimization: an examination of individual and situational level
factors. International Journal of Cyber Criminology 2011; 5:773–793.”
“Choi KS. Computer
crime victimization and integrated theory: an empirical assessment. International
Journal of Cyber Criminology 2008; 2:308–333.”
“Ellrich K, Baier D.
The influence of personality on violent victimization–a study on police
officers. Psychology, Crime & Law 2016; 22:538–560.”
“Wilcox P, Sullivan CJ,
Jones S, et al. Personality and Opportunity An Integrated Approach to Offending
and Victimization. Criminal Justice and Behavior 2014; 41:880–901.”
“Gottfredson MR,
Hirschi T. (1990). A general theory of crime. Stanford University Press.”
“Schreck CJ. Criminal
victimization and low self-control: An extension and test of a general theory
of crime. Justice Quarterly 1999; 16:633–654.”
“Holtfreter K, Reisig
MD, Pratt TC. Low self-control, routine activities, and fraud victimization.
Criminology 2008; 46:189–220.”
“Bossler AM, Holt TJ.
The effect of self-control on victimization in the cyberworld. Journal of
Criminal Justice 2010; 38:227–236.”
“Pratt TC, Turanovic
JJ, Fox KA, et al. Self-control and victimization: a meta-analysis. Criminology
2014; 52:87–116.”
“Jones SE, Miller JD,
Lynam DR. Personality, antisocial behavior, and aggression: a meta-analytic
review. Journal of Criminal Justice 2011; 39:329–337.”
“Van Gelder JL, De
Vries RE. Traits and states: integrating personality and affect into a model of
criminal decision making. Criminology 2012; 50:637–671.”
“Grasmick HG, Tittle
CR, Bursik RJ, et al. Testing the core empirical implications of Gottfredson
and Hirschi’s general theory of crime. Journal of Research in Crime and
Delinquency 1993; 30:5–29.”
“Peluchette JV, Karl K,
Wood C, et al. Cyberbullying victimization: do victims’ personality and risky
social network behaviors contribute to the problem?. Computers in Human
Behavior 2015; 52:424–435.”
“Holt TJ, Bossler AM.
An assessment of the current state of cybercrime scholarship. Deviant Behavior
2014; 35:20– 40.”
“Goldberg LR, Johnson
JA, Eber HW, et al. The international personality item pool and the future of
public-domain personality measures. Journal of Research in Personality 2006;
40:84–96.”
“Leukfeldt ER, Kleemans
ER, Stol WP. A typology of cybercriminal networks: from low tech locals to high
tech specialists. Crime, Law and Social Change 2017; 67:21–37.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario